martes, 7 de septiembre de 2010

SEGUNDO LUGAR

Correr, correr, correr. De frente, a toda velocidad, dando lo mejor desí. Avanzar, avanzar, avanzar. Esforzarse al máximo, buscar el lucimiento,sentirse admirado. ¿Por qué? ¿Y si no resulta? ¿Valdrá la pena? No lo sé. Nopuedo. Perderé...
¿Algo peor que un pobre diablo? Sí, un pobre diablo en el que otros han puesto suconfianza. Un pobre diablo que, tal vez, muestra grandes posibilidades desuperarse, de avanzar, de ser el mejor; una joven promesa que pierde lajuventud y no pasa de promesa. Un pobre diablo que podría ser el primer lugar,que casi lo logra, que en el último instante cae derrotado, se levanta, luchadesesperadamente y llora con amargura por haber llegado en segundo lugar.

Enamorarse perdidamente de una sonrisa, guardar silencio–imbécil–, esperar. Creer que la sonrisa es para uno, estar seguro de ello ydejarla pasar. Ese lunar que tienes, cielito lindo, junto a la boca, no selo des a nadie, cielito lindo, que a mí me toca. Pero no basta pensarlo, hayque hablar, luchar, ganar. Sólo uno gana; llegar segundo es perder. Si lasonrisa pasa de largo, no es de uno, si la sonrisa no se posa en mis labios, yala perdí.

Loque pudo haber sido y no fue... ¡Pobre diablo! Estar allí y sentir miedo. Todoal alcance de la mano y echarse para atrás. Llegar en segundo lugar, mientrasovacionan al ganador. No merecer ni una mirada, ver la sonrisa en otros labiosy estar seguro que pudo haber sido de uno. Marcharse y descubrir que lo dejanir solo. Para qué seguir...
Y aunasí, queda quien confía en uno, quita el arma suicida de nuestra mano y noslanza, de nuevo, a competir.



Pretextos, de José Galván Rivas

No hay comentarios:

Publicar un comentario